A todo el mundo le llama la atención ver a un apicultor totalmente equipado. Lo más llamativo puede que sea el traje, que hace que parezcamos una especie de astronauta. Sin duda es lo más llamativo. Pero vamos a empezar por analizar una herramienta, la principal. Sin ella no habría apicultura, pues es mas antigua su utilización que la de cualquier otra indumentaria o herramienta. Me refiero al ahumador, fumeru como se dice en algunas partes de Asturias.
El ahumador es la principal herramienta que tiene que llevar el apicultor al colmenar, sin ella no es aconsejable abrir las colmenas. Va metido en una caja metálica, donde se guarda después de la jornada de apicultura, muy útil para llevarlo al colmenar, además de totalmente obligatorio para su transporte.
Cuando vienen las visitas a nuestro colmenar lo primero que nos ven coger es el ahumador, mientras nos vamos vistiendo, les preguntamos ¿Para qué sirve un ahumador? sus respuestas son muy variadas, desde para ahuyentar a las abejas y se vayan de la colmena, pasando por se vuelvan menos agresivas hasta que sirve para dormirlas.
Escuchamos todo tipo de teorías unas más acertadas otras muy lejanas a la realidad.
La función del ahumador es lograr el control sobre las abejas, que ante la presencia de humo, se retiran suponiendo que se trata de un incendio que causa que las abejas se pongan a comer miel, reduciendo la tendencia a volar y picar.
El ahumador, como su nombre indica hace o genera humo. Es decir combustión sin llama, y para esta combustión se pueden utilizar muchas cosas. En algunas zonas usan hierba mas o menos seca, como en Asturias. En otras utilizan ramitas o incluso serrín gordo o mas bien virutas. Antiguamente usaban excrementos. Algunas personas sin ningún tipo de conciencia usan cartón o cosas incluso peores, pero nosotros desde hace ya un tiempo utilizamos pellets.
El pellet es un material orgánico procedente de podas o desmontes que se somete a un sistema de prensado que provoca la compactación en capsulas. Es un material natural y biodegradable, y que además, al ser natural genera un humo menos nocivo para las abejas.
Para encender el ahumador una vez que esté lleno de pellets, usamos una herramienta que para nosotros nos ha resultado muy práctica y te garantiza en poco tiempo hacer humo, que es de lo que se trata, es un soplete, fácil, barato y rápido de prender los pellets.
El ahumador, que fundamentalmente es un bote dentro del que se hace la combustión, tiene además un fuelle con el cual se insufla aire al interior de la cámara de combustión repleta de pellets de este modo se consigue quemar el material en el interior del ahumador sin generar llama, es decir hacer humo.
Una vez dentro del colmenar antes de abrir una colmena, hay que echar un poco de humo dentro de la piquera (por donde entran y salen las abejas de la colmena), para avisar a las abejas que hay un supuesto incendio.
A continuación procedemos a abrir la colmena, quitamos la tapa y la entretapa, una vez que ya que esta quitado hacemos humo por encima de los cuadros, las abejas enseguida tiran para abajo, se resguardan entre los cuadros para ir a las celdillas donde tienen la comida y llenarse de ella, con ello conseguimos que las abejas no vuelen ni nos piquen. Ese es el objetivo principal.
Así es como podemos trabajar en nuestra colmena sin miedo a las abejas, que las pobres, lo único que hacen es defender su casa.
Ya lo sabéis si vais a un colmenar tenéis que entrar con el ahumador, el aliado de los apicultores. Saludos tater@s¡¡
